martes, 9 de abril de 2019

Una historia que contar...

"Mi nombre es... bueno, mi nombre no importa. Crecí en medio del repulsivo hedor de las cloacas de Sunagakure. Pocas veces veía la luz del sol, dormía en compañía de las ratas quienes, a su vez eran mi cena. No recuerdo haber tomado baño alguno durante todo el tiempo que allí viví. Ahí abajo no se sentía el insoportable calor común en la superficie y en todo el maldito país del viento. Según Kuronuma Genzo, el anciano que me crió, mis verdaderos padres me abandonaron, pues dice haberme encontrado, aún siendo yo un bebé, lloriqueando en una alcantarilla durante la fuerte tormenta de arena que destruyó mitad de la aldea hace 14 años. Con el pasar de los años descubrí que la red de túneles de alcantarillado comunica a toda la aldea, así fue como pude ingresar a los acueductos de la escuela ninja sin ser visto y descubrir que yo mismo tenía habilidades impensables. Cada día me levantaba a punto para llegar a tiempo a las clases de aplicación de jutsus que se dictaban en los patios, pero me frustraba enormemente no poder entrar a los salones para escuchar las clases teóricas de los maestros. Así fue cómo aprendí a concentrar mi chakra con el fin de manipular el asqueroso gas e inmundicias que inundaban las tuberías. Deposité partículas de mi chakra en aquellas sustancias y cuerpos, pudiendo así observar y escuchar cada clase, así que he aprendido un poco más de lo básico. No soy la gran cosa, pero puedo defenderme como ninja. Quiero probar mis habilidades, por eso, con el permiso del anciano Genzo, voy rumbo a Konohagakure para participar en el nuevo torneo ninja, donde podré enfrentar oponentes de mi nivel. Con suerte consiga novio, o novia, estoy seguro que asistirán bombones dulces y de todos los colores y sabores 💛💚💜💙💘💗💖💕💔💓💑💏💋 Estoy emocionadísimo, ¡wuuuuuuuuuju! Si tan sólo esta carreta avanzara más rápido 😇